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Día 26: Viernes 31 de mayo 2002 Bahía de los Ángeles ---- Ejido Jesús María.

Partimos nuevamente con rumbo al sur. Reandamos los 66 Km que nos separan con la cinta asfaltada de la carretera federal No. 1 hasta el Parador Punta Prieta.

Km 280. - Parador Punta Prieta. (El Crucero.

Esta región es verdaderamente sorprendente, en que la naturaleza sembró plantas endémicas, únicas en el mundo, como los cirios, los cardones, las choyas, las biznagas, los torotes, y las pitahayas, en medio de una planicie y una paz espiritual, en que la suave brisa, mueve cadenciosamente las ramas del desierto y las estrellas se reflejan por las noches entre las ramas y las choyas de los cardones, que como vigilantes, han vivido por miles de años en esta zona.

Manuel López González y María del Rosario Beltrán, arribaron a este lugar (el poblado se encuentra exactamente a 13 Km adelante) el 30 de abril de 1975 con las manos vacías, y llenos de ilusiones pusieron una tienda e instalaron el servicio de grúas y así al pasar de los años, tuvieron cuatro hijos quienes radicaron también aquí para ver transcurrir los años.

Choya

Choyas

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Torote

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Cirios y Cardones

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Enoc cortando Pitahayas

Punta Prieta --- Ejido Jesús María

Inicia Nuevo Kilometraje.

Km 13. - Entrada al rancho y Poblado Punta Prieta. Viejas casas contrastan este lugar con la nueva población de casas de tabique y concreto que fueron construidas para servicio de los viajeros que cruzan este poblado, así como para los trabajadores de caminos y puentes federales que dan mantenimiento a la carretera No.1. Existe en este lugar una pista enorme pavimentada, planeada como un aeropuerto alterno para grandes aviones jets que se suponía traerían pasajeros a Guerrero Negro. Como muchos proyectos en la Baja, nunca fue usada.

Km.25.- Comienzan subidas bastante empinadas y con muchas curvas, que llevan a la cima del Cerro Prieto para descender posteriormente a un valle, pasando por las desviaciones a los poblados de: La Bachata; Juárez y Rinconada.

Km.38.- Desviación de terracería nueva y en buen estado con rumbo a Santa Rosalillita. A 15 Km. Lugar muy apreciado por los amantes al Surfing. Aquí se inicia el proyecto Escalera Náutica, un novedoso concepto de turismo planificado, encaminado a recuperar y desarrollar productos para un segmento altamente especializado y surge tras 25 años de continuo crecimiento turístico. Para arrancar esta nueva era de expansión, que seguramente será de la mayor trascendencia para el futuro del turismo de México. El Mar de Cortés es el destino elegido, región en la que el gobierno federal y los gobiernos de los estados de Baja California; Baja California Sur; Sonora y Sinaloa, darán cabida a un atractivo proyecto turístico náutico: La Escalera Náutica del Mar de Cortés.

Km 51. - El Rosarito. Pequeño poblado formado por ranchos que se extienden a ambos lados del río El Rosario que corre a lo largo de una planicie seca. En esta parte la carretera se acerca nuevamente al Océano Pacífico como a 15 Km. De aquí parte una brecha de 40 Km aproximadamente, en pésimas condiciones, sólo para vehículos altos y 4x4, con rumbo a la Misión de San Francisco de Borja Adac. 1762 – 1818.

El poblado de San Borja es apenas una pequeña comunidad compuesta de una diez familias que se congregaron al rededor de la vieja misión, quienes viven del cultivo de las aceitunas, dátiles, granadas y algunas variedades de vegetales. Se proveen de agua que obtienen de pozos y un pequeño manantial, existe también un manantial de aguas termales.

Km 69. - tercería en regular estado con rumbo al Océano Pacífico, llega a 5 Km aproximadamente, al poblado del Tomatal, playa con un campo pesquero.

Km 95. - Ejido Jesús María. De este poblado parte una carretera pavimentada a: Ejido Morelos y una terracería de 10 Km aproximadamente a la Laguna Manuela y otros 5 Km más al Morro Santo Domingo.

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Delegación Jesús María

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Caseta Telefónica Telnor Jesús María

Estamos entrando al Ejido Jesús María. Veo a mi izquierda la cerca de malla ciclónica que delimita los terrenos del internado y secundaria Francisco Villa. Me estaciono justo frente al portón de entrada. Los alumnos juegan en el patio sobre la cancha de baloncesto. Son jóvenes que asisten a esta secundaria y permanecen internados de lunes a viernes. Hoy es viernes, por lo que después de terminadas las labores del día de hoy, se regresarán a pasar el fin de semana a sus respectivas comunidades. Tienen un autobús escolar que los lleva y trae de sus hogares.

Es la escuela secundaria No. 91 “Francisco Villa” Clave 02EESOL75C del Ejido Jesús María B.C. bajo la dirección del Profr. Fermín Salgado Aripez. Nos reciben con mucho gusto. Venimos a cambiarles la rutina diaria el día de hoy. El alumnado feliz se arremolina al equipo que con la ayuda de ellos hemos bajado del Cometa. Esperan ansiosos el momento de poder observar el sol al través de los telescopios. Mari instala como siempre la exposición fotográfica en uno de los salones de clase, mientras que yo organizo al alumnado afuera en el patio para empezar a observar las manchas solares.

Los profesores mientras tanto llevan a sus alumnos a visitar la exposición fotográfica, donde Mari les explica y contesta preguntas.

Desgraciadamente en este lugar, como en otras escuelas que hemos visitado en estos días, hemos podido comprobar la falta de formalidad y ética profesional en el magisterio de estas zonas. Los directivos andan fuera de las escuelas. Falta control de las autoridades. Los alumnos reciben una educación mediocre. El nivel de preparación es muy bajo en el profesorado, deja mucho que desear, y como en todas las escuelas, siempre hay alumnos brillantes que no podrán pasar de allí, por falta de mejor preparación.

Pasamos todo el día de trabajo con ellos, y nos despedimos de todos al partir el alumnado. Fue una lástima de haber llegado hoy en fin de semana. No pudimos tener convivencia nocturna y hacer una noche astronómica, pues regresan hasta el próximo lunes.

Visitamos todas sus instalaciones, comimos con ellos en el comedor y conocimos sus dormitorios. Los jóvenes se esmeraron en tener sus camas bien tendidas para que pasáramos a verlas.



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Instalando telescopios para observar el sol .

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Mari explicando la exposición a los alumnos Internado Francisco Villa B.C.

Hora: 3:00 PM. Temperatura: 76o F. Humedad: 34 Presión Barométrica: 30.1

Estamos estacionados en el centro y frente al parque del poblado, junto a la Delegación de policía. Pensamos pasar la noche en este lugar. Como en mucho de los poblados de la baja, el número de habitantes es muy bajo. A esta hora, parece un pueblo abandonado, casi no hay movimiento alguno en las calles. No he visto pasar a nadie en el parque en un lapso como de una hora, sólo han pasado dos carros. Una tranquilidad que hipnotiza. Todas las calles son de tierra. No hay pavimento, sólo en la ruta de la carretera que va al Ejido Morelos y en la que va al sur a Guerrero Negro

Hora: 10:20 PM Estacionados frente a la casa del profesor de Español del internado, Francisco Villa. Pasó al parque a invitarnos a tomar café y pan a su casa, vive en el otro costado del parque de donde estamos estacionados. Su esposa nos estaba esperando no sólo con pan y café, sino que también nos preparó cena: tortillas de harina que hizo en ese momento. Con que facilidad las iba haciendo una por una y nos las pasaba conforme las pedíamos, frijoles con chorizo, papas con salchichas, así que cenamos muy rico. Los hijos de ellos querían observar algo en el cielo con el telescopio, de modo que lo instalé en la puerta de su casa, vimos a Venus y Júpiter. Los vecinos y compañeritos de sus hijos vinieron, así como algunos alumnos de la secundaria que viven aquí. Total que tuvimos una noche astronómica. Les enseñe a los hijos del profesor a mover el telescopio y se lo encargué, de modo que Mari y yo, nos pasamos platicando un buen rato de la noche. Nos ofrecieron su casa para quedarnos a dormir o usar la regadera para bañarnos al día siguiente.

La luz se apagó a las 10: 00 de la noche, así que el poblado está completamente a obscuras ahora. Todo en un instante quedó en tinieblas. Ni un destello de luz más. El cielo quedó tachonado de insignificantes candelas a miles de años luz. Inmensidad indescriptible. Luciérnagas celestiales titilantes en una cúpula negra como los sueños. Noche en el desierto inhóspito. Para gente de carácter, que sabe luchar con estas soledades y habituada a los bruscos contrastes de esta zona.

Bello e indomable desierto de la Baja California. Cuanto te respeto y no ceso de admirarte día a día que paso junto a ti. Quisiera penetrar en tus confines y conocerte palmo a palmo, como al palpar el contorno suave y terso de la frágil figura femenina.

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Lluvia de estrellas “Leónidas” noviembre 2002

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