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Día 44: Martes 18 de junio 2002 BAHÍA CONCEPCIÓN y PLAYA EL COYOTE

Olvidé tomar los datos climatológicos del día de hoy durante la mañana. Estamos ahora acampados frente a la playa, bajo una pequeña palapa. Salimos temprano de Mulegé. Recorrimos tan solo esto.

Km. 135.- Cruzando el puente sobre el Río Santa Rosalía.

Km. 134.- Sitios para acampar o estacionar vehículos RV. Varios Trailer Parks. Rancho La Orquídea.

Km. 133.- Villa María Isabela, Trailer Park.

Km. 132.- Salida a la izquierda hacia el Hotel Serenidad.

Km. 131.- Restaurante El Tiburón a 1 km. en la punta de un cerro.

Km. 124.- Microondas Tiburones. Vista de dunas de arena y empieza la Bahía Concepción.

Km. 119.- Entronque a la izquierda hacia la playa Punta Arena, a escasos kilómetros por terracería.

Km. 114.- Llegamos a la cima del camino.

Km. 113.- Primera playa para acampar dentro de la Bahía Concepción; Santispac a la izquierda. Cafetería Ana. Bella playa, casi sin oleaje, lo malo, es que ya está invadida de gringos.

Km. 112.- Bahía Tordilla. Tienda Posada Concepción, algunos artículos y comestibles, frente al Trailer Park. Este lugar también ya está retacado de palapas y campamentos que están permanentemente ocupados por gringos. Ya casi no hay lugar.

Km. 111.- Acceso a la playa Los Cocos. Otra opción para acampar.

Km. 110.- Otro acceso a la playa. Hay un montón de petroglifos sobre unas rocas del lado derecho de la carretera, justo antes de dar vuelta a la izquierda para llegar a la playa. Rancho El Coyote y Restaurante Estrella del Mar del lado derecho.

Km. 109.- Bahía Coyote. Acceso a la playa, hermoso lugar, con algunos servicios. También con gringos que residen aquí permanentemente, no tan lleno. Hay un pequeño manantial de agua dulce cerca de la playa. Siguiendo la orilla hacia el sur, se puede llegar a otra playita más exclusiva, sólo que hay que tener cuidado por que el camino es malo y si la marea sube, ya no se puede pasar.

Playa El Coyote.

Los lugareños han encontrado un modus vivendi con el turismo que acampa o vive desde hace mucho en las playas de esta bahía. Diariamente y durante la mañana, recorren en pick ups visitando los campamentos para ofrecer sus mercancías; así podemos ver como llega : el vendedor de hielo, de tamales, burritos, empanadas, frutas, pescado, (crudo y fresco, o preparado), etc. La diferencia a otras playas de la República, es que aquí, llegan en vehículos motorizados.

Estamos ahora en esta playa El Coyote. Afortunadamente esta no es temporada de gringos, debido a las altas temperaturas que se registran aquí durante el verano, de otra manera, esto estaría a reventar, como lo está en la temporada alta, que es durante el invierno. Está casi vacía, sólo estamos nosotros y un par de campers que se ven al fondo hacia el sur de la playa, y no es para menos, hace un calor infernal. Cheque por curiosidad a esta hora el termómetro en el interior del Cometa. 42°C. Casi me desmayo de ver el calorón que está haciendo.

Estacionados en la playa El Coyote.

Detrás del Cometa a escasos 5 mts. tenemos las paredes de piedra del cerro que reflejan el calor del sol durante casi todo el día, como una pared ardiente. Enfrente, el mar, a unos tres metros de la trompa del Cometa. Esto es una enorme tina de baño. El agua casi no se mueve. Transparente. Limpísima, de todas las tonalidades del verde. Fondo marino de arena suave. El agua tibia durante la mañana cuando por primera vez me metí. Al medio día, era una tina de caldo. El agua en la superficie (unos 30 cm.) está caliente, pero en la parte de abajo, se siente un poco menos, NO fría, ni siquiera puedo decir que fresca, sólo ligeramente menos caliente que la de arriba. Los dedos de manos y pies se arrugan rápidamente por lo caliente del agua y la alta concentración de sal. Esto parece un enorme perol de caldo.

Playa El Coyote.

No está muy recomendable esta playa en esta zona, es mejor irse a la playita de más adelante, hacia la derecha, al fondo de esta pequeña bahía. No lo hicimos, por que el Cometa pesa mucho y se atascaría.

Eso sí, nadar aquí es de lo más relajante.

Pasamos todo el día, entre siestas, lectura, baños en el mar, suda y suda, bebe y bebe litros y litros de agua fresca.

Durante el desayuno, cerré todo, ventanas y puerta del Cometa y puse a funcionar el aire acondicionado para desayunar a gusto dentro. Funcionó más de una hora sin parar, pero de repente, debido al sobre calentamiento de la planta de luz, ¡Pum! Se fundió el fusible. Nos quedamos sin energía eléctrica. No más aire acondicionado por el resto del día. Lo reparé más tarde, cuando se ocultó el sol. Instalé la lona de sombra que trae integrado el Cometa afuera y nos pasamos el resto del día bajo de élla, sentados en las sillas plegables y con la mesa, también plegable que forma parte del equipo de acampar. Comimos y merendamos afuera.

Tenemos al frente y a la izquierda de nuestra sombra, un enorme árbol, un Palo Torote, como les llaman por aquí. Tiene un tronco muy grueso, (de ahí su nombre) de tonalidad dorada. Da unas hojas de un color verde tierno, casi redondas, frondoso, su sombra ayuda mucho.

Casi al anochecer, llegó un poco de brisa, me metí por última vez al mar, antes de bañarme con agua dulce. El agua estaba aún más caliente, sólo revolviendo la del fondo que estaba menos caliente que la de arriba, se podía estar muy a gusto. Fue divertido. Nunca antes había disfrutado esa sensación de dos temperaturas distintas en un mismo lugar, del pecho hacia arriba, más caliente que del pecho hacia abajo. Era cosa de no dejar de revolver el agua para estar muy, pero muy a gusto.

Durante la tarde, se nos unieron dos parejas de jóvenes procedentes de la Isla de Chipre. Gil y Necat ; Harra, y Suet. Vienen viajando desde San Diego California, lugar donde alquilaron una preciosa Motor Home casi nueva. Deben ser gentes ricas, ya que el costo de rentar una casa rodante como la que traían, debe costar un dineral. Los conocimos en el camino hacia el sur hace días. Los vimos en los poblados por donde hemos pasado, pero no habíamos tenido oportunidad de conversar, hasta que, al estar comiendo en el restaurante de la amiga de Mari en Mulegé, se estacionaron junto al Cometa y se bajaron a comer al mismo lugar en que estábamos. Me pidieron ayuda para poder darse a entender. No hablan bien el Español, así que se les dificultaba el saber que era lo que venía descrito en el menú. A partir de ese día, cada que nos encontrábamos por ahí visitando lugares turísticos, nos saludábamos y hoy, cuando nos vieron desde la carretera acampados aquí, decidieron unírsenos por un rato. Que bueno que se regresaron a dormir a la ciudad a un hotel, si no, creo que no la hubieran pasado muy bien por la noche.

Turistas Chipriotas con Mary y Enoc.

Un pajarito de color rojo, parecido a un cardenal, juguetea entre el follaje del Torote. Me apresto a fotografiarlo. Aguardo con la cámara en mano a tenerlo a la vista y poder tomarle una bella foto. Por fin, después de muchos intentos, lo logro.

Zoom al Cardenal.

Se acabó la brisa con la oscuridad. Nos encerramos dentro del Cometa y eché a andar nuevamente el aire acondicionado, que para entonces había ya reparado. Nos bañamos, cenamos y nos fuimos a la cama temprano, ya que afuera no se podía estar a gusto, debido a que con la calma y el tremendo calor, se unieron los mosquitos y jejenes que nos comerían vivos. Instalé el mosquitero (pabellón) que cubre la cama, prendí la vela contra mosquitos, y a dormir se ha dicho. Como a la media noche apagué el aire acondicionado y sólo dejé prendido el ventilador. Al amanecer, estábamos nuevamente empapados de sudor, de modo que , junto con el sol, salimos huyendo de este lugar. No vuelvo a acampar aquí en verano. Regresaremos en Invierno para ver como se la pasa uno en esa temporada.

Invación de gringos de la playa El Coyote.

1 comentario:

  1. Profesor Enoc. Soy Mexicana y me atrevo a mandar este pequeno comentario. Usted bien dice que los lugarenos han encontrado su modus vivendi...pues si, creo que tenemos que tener mas respeto por nuestros vecinos como usted les llama (gringos)Si ellos no habitaran estas regiones de Baja California y pagaran sus impuestos al Gobiernos, Realmente estariamos perdidos aqui en Baja sin la entrada de divisas que ellos nos proveen. Mismas que se utilizan para brindarnos unos mejores servicios como cidadanos de estos bellos estados de Baja California sur y norte. Atte. Norma Ree.

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