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Día 53: Viaje de San Isidro a las Misiones de San José y a San Miguel de Comondú

Jueves 27 de junio del 2002

Debido a la falta de letreros sobre la brecha o de un posicionador satelital (GPS) los datos de los kilómetros exactos y otras indicaciones, no están anotadas en este viaje. Calculo aproximadamente unos 35 km. de brecha desde San Isidro hasta San José de comondú. Falta checar eso nuevamente en otro viaje.

Entrada poblado La Purísima.

Muy temprano, después de desayunar con el alumnado en el comedor, el director del albergue nos llevó a casa de uno de tantos rancheros que viajan en sus vehículos pick ups por la sierra y que son conocedores de esos caminos a través de los intrincados paso y cañones de la tan desolada e inhóspita Sierra de La Giganta, para intentar convencerlo de que nos llevara a visitar los pequeños poblados de San José y San Miguel de Comondú, lugar donde se asientan las ruinas de dos misione jesuitas que son muy famosas en esta región y de las cuales hemos escuchado infinidad de historias que me han despertado tanta curiosidad que ya me muero de ansias de estar allá. Caminamos algunas calles del poblado hasta llegar a un pequeño corral donde un destartalado vehículo pick up Ford como de los años 75 o 78, de color azul, yacía arrumbado en un rincón. Ese sería el vehículo que nos llevaría a cruzar tan desolado camino.

___Es el mecánico de aquí___ nos dijo antes de hablar con el.

___Oiga Don Manuel___ le dijo el director

__Aqui los profes quieren ver si está disponible para llevarlos a San José y a San Miguel___

___Ta bueno___ dijo

___Nomás termino de desayunar y yo paso por ellos al internado___ le complementó.

___Está muy bien___ le dijo el profesor.

___ ¿Y cuanto nos va a cobra don Manuel?___ le pregunté.

___Que le parecen quinientos pesos ___ dijo.

___Está muy bien ___

___Entonces lo esperamos allá, dentro de ¿Cómo cuanto tiempo?___

___Pos nomás acabo de echarme un lonche y ahí les caigo___

Rápidamente regresamos al interior del Cometa y preparé la mochila con todo el equipo necesario par un día completo de aventuras. Metí en ella todo lo que acostumbro para estos paseos a lo desconocido, checando siempre mi lista y prontuario para estas ocasiones. Cheque la lista una y otra vez para no olvidar nada y nos sentamos en la entrada del albergue bajo la sombra de los mangos, en espera de la llegada del pick up y de don Manuel. Estábamos listos para una nueva aventura. Mi corazón saltaba de alegría e incertidumbre de lo que nos esperaba para este nuevo día. Se me hizo larga e interminable la espera.

Partimos en el Fordcito de don Manuel, quién después me informó que era modelo 1979. Desgraciadamente el cuentakilómetros no funcionaba, así que adiós posibilidad de anotar el kilometraje de esta ruta. Se enfiló hacia el sur del poblado hasta llegar al final del pavimento y de ahí en adelante todo fue terracería, piedras filosísimas como pedernales, arroyos cubiertos de piedra bola, redondas y lustrosas como rodillas de princesa, desfiladeros tan angostos que apenas cabía el fordcito en sus costados, profundos cañones áridos y secos, donde no crece ni una sola plantita, pelones hasta donde mi vista alcanzaba a otear.

Sierra de La Giganta. Camino a San José de Comondú.

Tan sólo nos separaban de San Isidro a San José, 35 km. de los cuales casi 34 eran brecha y en algunos tramos camino de herradura, que las bestias han ido haciendo en su andar por esos caminos. Aquí realmente Don Manuel en algunos tramos nos obligó a descender del vehículo y volver a hacer lo que decía Machado “Camino al andar” pues como ya platique anteriormente el Huracán Julieta había pasado por estos rumbos apenas un par de años atrás y lo poco que existía de camino , con las bajadas tan fuertes de agua de la sierra , se llevó por completo algunos tramos de las brechas y en este momento , Don Manuel estaba reconstruyendo a base de fuerza y empuje de su Fordcito 79 un nuevo paso entre la sierra.

Camino a San José de Comondú.

Esto se repitió más de una vez.

Como a la mitad del camino y en lo más sinuoso de la sierra distinguí algo a mi costado derecho, ya que iba sentado junto a la ventana.

___ ¡Mire Don Manuel!___

___Hay una como caja de plástico allá tirada junto a la barranca de mi lado derecho___

___ ¡Deténgase!___ le dije. ___Déjeme bajar a ver que es___

Detuvo el carro, Descendí un poco por mi costado derecho hacia donde estaba la cuneta de la brecha y recogí la caja verde aquella. Subí con ella nuevamente hasta donde estaba Don Manuel que ya había también bajado del carro junto con Mary. La abrí y cual sería nuestra sorpresa al descubrir que en el interior de aquel estuche verde muy bien protegido, venía un equipo completo de pistola neumática con dados y extensiones de todas las medidas para reparaciones mecánicas.

___Ya nos armamos el día de hoy___ le dije a Don Manuel

___Este equipo se les ha de haber caído de uno de los carros que corren por aquí la carrera de la Baja Mil___ agrego Don Manuel

___Acaban de pasar en noviembre pasado___

___Si, y está nuevecito todo, se ve que ni lo usaron nunca___le dije

___Pues que sea para usted Don Manuel ___le dije ___Se lo ha ganado por ser el primero en pasar por aquí con nosotros después de la carrera___

___Si, yo creo que nadie ha pasado por aquí antes___dijo___Sino ya se lo hubieran pillado ___.

___Esto me va ha servir muchísimo en mi taller___

___Ya hacía tiempo que le tenía ganas de comprarme un equipito como este ___ pero están re caros___

___Pues ya se le hizo___ le dije

___Pues gracias a ustedes que me invitaron a venir por aca, ya hacía muchos meses que no me atrevía a manejar por este lado solo___

___Ya me habían dicho los de a caballo que estaba muy mal este camino, pero no lo había manejado, hasta hoy___

___Asi que ustedes me trajeron la suerte___

___Con este equipito, ya saque más de lo que hubiera ganado en un mes___

___Bueno___dijo___Pues súbanse otra vez y sigamos, porque todavía nos cuelga toda la bajada de la sierra___

Y así con la sonrisa dibujada en su rostro de felicidad, Don Manuel se puso al frente del volante y continuamos el viaje. Comentando de cuando en cuando el hallazgo. De pronto al salir de una de tantas curvas, se distinguió al fondo de un cañón profundo “El Oasis de San José de Comondú”. Estábamos a unos cuantos kilómetros de nuestro destino. Toda aquella mancha en el fondo, brillaba de verdor y se podían distinguir cientos de palmeras datileras y una gran variedad de árboles frutales típicos de las zonas tropicales, y el agua correr por un pequeño arroyo que serpenteaba por el cañón.

Oasis de San José de Comondú.

Fueron dos y media horas de viaje para poder subir y descender la sierra y llegar por fin a San José de comondú, sudados y capeados de polvo de La Giganta. Inmediatamente nos dirigimos hasta las puertas de las ruinas de la antigua Misión.

Misión de San José de Comondú.

Interior Misión.

Imagen de San José. Altar Misión.

El regreso a San Isidro lo realizamos por la otra ruta, vía San José y San Miguel de Comondú y por la terracería en mejor estado hasta entroncar en el Ejido Francisco Villa que está a la orilla de la carretera federal # 53 pavimentada que viene de Cd. Insurgentes y que lleva de regreso a San Isidro.

Camino a San Miguel de Comondú.

Camino a San Miguel.

Km. 37.- Saliendo de San José de Comondú.

Km. 36.- Camino hacia el cañón siguiendo las paredes de piedras de la derecha y las plantas tropicales y palmeras que bordean el arroyo.

Km. 35.- Letrero de San Miguel de Comondú.

Km. 34.- Dos capillitas arriba sobre las rocas y el arroyo abajo donde hay multitud de flores.

Km. 33.- Rancho Puente de Madera.

Km. 29.-Rancho Piedra redonda; Se angosta aquí mucho más el cañón, cuevas, palmeras, cantiles, etc.

Km. 27.- Rancho El Ranchito.

Km. 25.- Cementerio del lado derecho.

Km. 24.- Ruinas de antiguas casas del lado izquierdo. Palmeras regadas por todos lados indicando existencia de agua en el subsuelo del arroyo.

Km. 20.- Rancho Medio corral. El camino continua por el cañón con rocas inmensas.

Km. 17.- Rancho Los Pájaros a la izquierda.

Km. 0.- Entrando al poblado Francisco Villa. Entronque con la carretera Federal # 53.

San Miguel de Comondú.

DATOS HISTÓRICOS DE SAN JOSÉ Y SAN MIGUEL DE COMONDÚ.

Misión de San José de Comondú:(1706)

Se localiza en el oasis del poblado. La Misión se establece en 1708 por los padres jesuitas Juan María de Salvatierra, Juan de Ugarte y Julián Mayorga, habiendo iniciado la construcción del templo el padre austriaco Franz Inama, en 1750, compuesto por una gran estructura de tres naves; en 1827 fue abandonada y a principios del presente siglo, con la finalidad de construir una escuela, fue demolida gran parte del conjunto.

En los años 1972-1973 el Instituto Nacional de Antropología e Historia llevó a cabo obras de restauración sobre todo en el entortado de la azotea de la bóveda de cañón corrido, y detalles en los muros de mampostería de piedra.

Misión de San José.

SAN JOSÉ Y SAN MIGUEL DE COMONDÚ.

Más HISTORIA.

En una escondida y fértil cañada de aproximadamente 16 kilómetros de largo y unos 800 metros de ancho promedio, que como una grieta se abre en el corazón de la sierra de la Giganta, se asientan los pintorescos y antiguos poblados de San Miguel y San José de Comondú, donde el tiempo parece detenido entre la policroma belleza de sus jardines y huertos.

Los tres kilómetros de distancia entre uno y otro, se transitan bajo la sombra de los altos palmares y acantilados, con el suave murmullo del agua corriendo por las acequias.

Valle de San José y San Miguel de Comondú.

San Miguel de Comondú se localiza a 133 Km. de Cd. Constitución que se recorren 95 Km. por la carretera Cd. Insurgentes – la Purísima hasta llegar al ejido Francisco Villa, se localiza una brecha de terracería bastante transitable de 38 Km. donde se recorre un cañón que a medida que se avanza va cerrándose de tal forma, que al llegar a San miguel y luego a San José de Comondú, las paredes montañosas se acercan entre si hasta 2 Km., donde se han fincado estos poblados, San Miguel en la margen derecha y San José en la izquierda. San José de Comondú se localiza a 137 Km. de Cd. Constitución. Otra forma de llegar a estos hermosos poblados es a través de la brecha que los conecta a San Javier cuya distancia es de 48 Km.

Mary en San Miguel de Comondú.

En diversos viajes exploratorios de los misioneros residentes en Loreto, y buscando lugares, donde establecer mas misiones, encontraron el de Comondú, donde a orillas de un manantial residían varias tribus de indios, para la conversión de los cuales de decidió establecer ahí una de las misiones fundada por Don José de la Peña Castrejón y Salzines, Marques de Villapuente. En 1708 se trasladaron a este sitio los padres Juan María Salvatierra, Juan de Ugarte y Julián Mayorga, este último destinado a la nueva misión de San José de Comondú a quien se le atribuye su fundación y cuya muerte acaeció el 10 de noviembre de 1736.

Correspondió al padre Austriaco Frank Inama, en 1750 la construcción del templo compuesto por una gran estructura de tres naves. En 1827 la misión fue abandonada y a principios del presente siglo fue demolida gran parte de la iglesia para construcción de una escuela. (Ya lo dije antes).

Actualmente se puede apreciar una de las naves auténticas, la cual permanece abierta al culto, así como grandes bloques de muros en ruinas a su alrededor que dan una idea de la magnitud del edificio original. Se conservan tres campanas con las fechas de 1697, 1708 y 1741, y varias casas antiguas consideradas monumentos históricos Nacionales.

Interior Misión de San José de Comondú.

Detalles interior Misión San José.

Durante mucho tiempo los Comondú fueron pueblos prósperos y casi autosuficientes, sus huertas producían toda clase de frutos, legumbres y hortalizas. Los viejos trapiches se desperezaban durante la época de la molienda cada año, y elaboraban diversos productos derivados de la caña, se fabricaban excelentes vinos en alambiques caseros así como aceite de oliva.

Fernando Jordán (periodista) decía que Comondú olía a vino y aceite de oliva. Agregaríamos que también a miel de caña, leña de mezquite y a geranios. La ganadería proveía de carne, queso, mantequilla, requesón y pieles que permitían manufacturar diversos artículos, especialmente los sacos (zurrones) en los que se empacaba el dátil, higo, uva pasa, etc. Productos que eran enviados al interior del país. El camino real que venía desde el norte, pasaba por los Comondús, fue cabecera municipal a partir de la decadencia económica y política de Loreto desencadenada por diversos fenómenos naturales que lo devastaron. Cuando se construyó la carretera Transpenínsular, Los Comondús fueron eludidos, quedando prácticamente incomunicados.

Camino de regreso al Ejido Francisco Villa.

Rumbo al Ejido Francisco Villa.

La progresiva emigración de sus familias y jóvenes, entre otras circunstancias, fueron factores determinantes para la decadencia del “Último paraíso sobre la tierra”. como le llamara Fernando Jordán (1920-1956).

Actualmente los Comondús están mejor comunicados y luchan denodadamente por integrarse al desarrollo del resto de las poblaciones sudcalifornianas.

En estos misteriosos lugares se localizan los secretos mejor guardados de B.C.S. ideales para el visitante con interés científico, histórico-cultural y para los ecoturistas.

En Resumen; El turista puede encontrar en estos sitios lo siguiente:

1.- La Misión de San José de Comondú.

2.- Casas antiguas en ambos poblados consideradas monumentos históricos naturales.

La frescura de sus aguas en las huertas con sus ojos de aguas y el balneario de San miguel de Comondú ubicado enfrente del albergue en el camino que va hacia San José de Comondú, donde se puede disfrutar de la sombra de las palmeras y palapas.

4.- Pinturas rupestres.

5.- Gran diversidad de flora y fauna.

6.- Hermosas artesanías elaboradas por sus habitantes, como canastas, bolsas, sombreros, etc. a base de palma de dátil oleada; impresionantes figuras realizadas con piedra y madera de la región utilizando instrumentos rústicos y la maravillosa creatividad de sus fabricantes.

7.- El vendedor de sus huertas donde se cosechan ricas frutas como ciruela, mango, dátil, higo, aguacate que el turista podrá saborear su exquisito y único sabor.

8.- la amabilidad y hospitalidad de sus habitantes.

9.- Maravillosos escenarios de Oasis en medio del desierto.

Jueves 27 de junio del 2002 (continuación). “Las Barrancas”

Regreso de San Isidro hacia el sur por la carretera # 53 hasta el entronque a la derecha con rumbo al campo pesquero de Las Barrancas.

Empiezo a contar los kilómetros a partir del entronque.

Km. 88.- Entronque hacia Las Barrancas. Camino en buen estado y pavimentado por completo hace apenas dos años.

Km. 0 Letrero de desviación a la derecha

Km. 17. Edificio en ruinas. Entrando al poblado de las Barrancas.

Estacionados junto a la playa en “Las Barrancas”. Poblado con 400 habitantes aproximadamente.

Hora: 6:50 pm. Temperatura: 28 grados C. Humedad: 45% Presión B. 30.1

Hoy fue un día también muy cansado. Después de viajar a San José y a San Miguel de Comundú, decidimos ya en la tarde partir de regreso hacia este lugar. Nos reportamos con el director de la Escuela Telesecundaria en cuanto llegamos. Lo fuimos a buscar a su casa. Nos recibió muy amablemente y acordamos trabajar el día de mañana con sus alumnos y por la noche hacer la sesión de telescopios a la orilla del mar, es este mismo lugar donde vamos dormir esta noche.

Estamos estacionados sobre la punta de un acantilado a unos tres metros del filo rocoso y la vista hacia el Océano Pacífico es verdaderamente de quitar el aliento. Desde aquí arriba podemos disfrutar de toda la inmensidad de la vista del mar. La trompa del Cometa apunta exactamente hacia donde hace apenas unos minutos el sol se oculto bañándolo con sus brochazos naranjas. Poco a poco la noche avanza hacia nosotros y la oscuridad nos cubre. En el interior de nuestra casa rodante Mary prepara ya la cena mientras asiento en la bitácora las vicisitudes de este día que la aventura, acicate de mi vida, nos ha traído hasta este punto para satisfacer mi espíritu aventurero y que gracias a ello, hemos descubierto las cosas más increíbles que nunca más en nuestras vidas habremos de olvidar y que se han convertido en parte de nuestras vidas.

Playa Las Barrancas

Afuera, un viento intempestivo llegó del mar y empieza a sacudir levemente la estructura del cometa. Penetra con un silbido agudo y lastimero por las rendijas de las ventanas que quedan frente a su ruta. Es un ulular lastimero que silva de cuando en cuando, acorde a la fuerza con que lo golpea. Cierro todas las ventanas y nos atrincheramos dentro para resistir la larga noche que se nos vino encima. Arriba las estrellas ya titilan cuan brillantes pueden competir entre ellas y la negrura del firmamento contrasta dándonos un telón de belleza inimaginable, plagado de puntitos brillantes que pareciera que nos rogaran que los recojamos a puños.

“La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”.

Pablo Neruda.

Atardecer en Las Barrancas.

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