martes

Dia 16: Martes 21 de Mayo 2002. Ensenada

Hora: 6.25 a.m. Temperatura: 13ºC. Humedad: 56 Presión B.: 30.6

Estacionados frente a un lote baldío sobre la calle donde vive la prima Claudina. Amaneció muy soleado. Sus dardos calientes empiezan a herir el costado metálico de color crema del cometa. Empieza a quejarse haciendo pequeños crujiditos, como de sartén caliente. Se estira como yo y se prepara para afrontar otro día más de sol inclemente de verano. Es nuestra concha protectora contra el sol. Nuestro hogar de caracol que llevamos a cuestas, o mejor dicho, ¡Que nos lleva a cuestas¡.

La calle se llama Isla Santa Catalina. Una casa grande en la esquina, de dos pisos. Toda de madera, a la usanza de acá.

Prima Claudina. Divorciada desde hace muchos años, con un solo hijo y dos nietos, niño y niña. Igual que nosotros, jubilada del magisterio. Se dedica ahora a cuidar de sus nietos, hijo y nuera. Nos conocimos de la manera más inesperada. Hace seis años bañándonos en la playa El Coromuel, en La Paz BCS. , donde pasaba unas vacaciones de Invierno, Mari inició platica con ella en el mar y entre cuestión y cuestión, se enteró que era originaria de Ixtepec Oaxaca, poblado ubicado a 15 Km al norte de juchitán. Me acerqué y empezamos a hablar de nombres de parientes de allá, y encontramos que por la rama de los Pineda, que son descendientes de la familia de mi abuela paterna, resultamos primos hermanos en segundo grado por parte de mi papá, de allí en adelante la relación familiar se estrechó y hasta la fecha seguimos en contacto. Hemos participado en las festividades de la Vela San Jerónimo Dr. (Santo patrón de Ixtepec) que organizan los paisanos residentes en la Cd. de Ensenada y el parentesco lo sentimos tan cercano y a fin, que con mucho cariño nos llamamos “Primos”.

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La Prima “Claudina y Mari” en Ensenada BC.

Aprovechando la ocasión, me fui a bañar a su casa, disfruté el baño; por buen rato dejé correr el agua, mucha, mucha, abundante, por mucho tiempo, no me importó desperdiciar tanta agua, era el primero así, desde hacia muchos días; caliente, sin restricciones ni ahorrando nada. << Al fin que ni me ve >> ___Me dije __.

Mientras tanto Mari hacía los preparativos en El Cometa, ya que esa mañana Claudina sería nuestra invitada a desayunar en casa. Era la primera invitada oficial a estrenar nuestro comedor móvil.

Puso un mantel amarillo con carpetas individuales, verdes. Preparó chilaquiles y los acompañó con huevos estrellados; fruta, mango rebanado con papaya y bañados en yogurt y queso cottage; jugo de manzana. Música conducida magistralmente por Karajan (me gusta escuchar música clásica durante la mañana al despertar) acompañó nuestro banquete, desde el equipo de CD. instalado al frente, en el tablero, largo y ancho, pintado de negro mate, que está frente al asiento del copiloto(el bastión), camuflagiado bajo una cajita de cartón, cubierta de pequeños recortes de fotografías astronómicas, tratando así de evadir las miradas sospechosas de los curiosos en el exterior. Junto a él otra cajita con una litografía pequeña de Diego Rivera “ Boda Juchiteca”, oculta también bajo ella, una grabadora, que usamos mientras conduzco, para ir narrando las observaciones que hacemos sobre el camino, así como el registro del kilometraje donde se encuentran algunos puntos de interés, datos que posteriormente escucho y me sirven para darle forma a esta narración; pende del techo, un micrófono rojo, conectado a la grabadora, con el cual se facilita el narrar, sin interferir con la conducción del vehículo en marcha. Me llevé en el taller, buen rato de tiempo, acondicionando e instalándolos de manera que fuera funcional, ya que con tan solo estirar la mano desde el asiento del copiloto, Mari puede maniobrarlos con facilidad, y ahora disfrutamos plenamente de ellos.

Claudina tenía que ir de compras. Se fue después del desayuno. Aprovechamos la mañana para visitar la tienda del ISSSTE. Me compré una rodillera para que me ayudara a disminuir una molestia que me había aparecido en la rodilla izquierda, justo un par de días antes de iniciar el viaje, pero que por no posponer la partida, lo dejé así sin más atención; sin embargo, conforme han pasado los días, ha ido en aumento, y ahora al estar un largo rato sentado, al incorporarme, me resulta doloroso ese punto. Posteriormente a la oficina de telégrafos y al Banco.

Regresamos con Claudina para la comida de festejo de cumpleaños; nos tenía ya preparado mole Juchiteco con arroz y pollo. Llevé la bebida para brindar. Un litro de tequila Jimador. Bajé la guitarra y la fiesta se hizo entre tres exclusivamente. Charlamos largo y tendido, cantamos y como dice la canción de “La Mesera” y hasta bailamos a punto de borrachera…….. Se prolongó la reunión hasta pasadas las 11p.m. , hora en que el Jimador ya había hecho estragos entre todos. Nos retiramos al interior del Cometa, más como todo me daba vueltas al acostarme, me tomé un par de alka seltsers para amortiguar la refriega del tequila y le di dos a Mari. Tardamos aún mucho en dormirnos. “En el pecado llevamos la penitencia”.

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