miércoles

Dia 10: Miércoles 15 de mayo, 2002. Puertecitos - San Felipe.

Hora: 2:14 p.m; Temperatura: 27º C.; Humedad: 50; Presión barométrica: 30.1. Nos encontramos estacionados nuevamente en el mismo lugar que estuvimos el sábado pasado, a un lado de la carretera No. 3. Vamos ya en viaje de retorno con destino a Ensenada. No pudimos continuar más al sur por esta ruta, así que lo haremos por la ruta federal No. 1.

A la orilla de la playa en San Felipe BC.

Es la hora en que la marea viene hacia nosotros. Los pelícanos, gaviotas y cormoranes, dan brinquitos en la playa. Se hacen hacia atrás, hacia la parte seca. Como que no quieren mojarse los pies. Algunos les gana la flojera y dejan que se les mojen. Pero al cabo de un rato, terminan por moverse a lo seco como con desgano. Repiten esto una y otra vez. ¿ Porque no se vendrán mucho más arriba, y dejan de estar dando esos pequeños saltitos ¿
Son muchísimos, se empujan, se picotean, se pelean por el espacio, como si sólo ese lugar existiera, y sin embargo tienen a ambos lados, cientos de metros de playa. ¿ Porqué todos tan amontonados ¿?
Hay otros más listos que mejor prefieren flotar despreocupadamente sobre las pequeñas olas.
Mari prepara ya la comida. Escucho el chirriar del aceite, y el olor de la cebolla que se sofríe. Estoy sentado en mi bastión, libreta en las rodillas y escribo, mientras me saboreo una cerveza bien fría que me acaba de pasar.
Salimos esta mañana muy temprano de Puertecitos. Eran las 5:15 a.m. Nos amaneció en el camino. Ver el amanecer entre el desierto y el mar, es un espectáculo maravilloso. Entre inmensos zahuaros y cirios, las flores del desierto que se empiezan a abrir después de haberse deleitado con las gotas del rocío que la bruma de la noche les regaló. Las montañas graníticas, escarpadas, lisas; van adquiriendo un color grisáceo rojizo, morado. El sol despuntando y entibiando poco a poco el ambiente fresco y húmedo de la madrugada.
Nos detuvimos para verlo brotar del mar. Rojizo, naranja, amarillo, como envuelto en una sábana de vivos colores y velos de celeste colorido.
Una de las más fascinantes plantas que crecen en el desierto de Baja California es el Cirio (Idria columnaris) Un pariente cercano del Ocotillo. Es un árbol distintivo de la región, no sólo por su apariencia, sino por la forma en que sobrevive en uno de los climas más calurosos del mundo.
Cuando el cirio es pequeño, crece en forma de una zanahoria que sale a la superficie invertida y poco a poco crece de tamaño, desarrollando en su cuerpo, ramas que parecieran brazos que se mueven al compás del viento que los agita. Después de una buena lluvia, le brotan pequeñas hojas que muy pronto mueren, para dar paso a un tallo liso y espinoso. En el Verano, le brotan unas pequeñas flores de color crema en las puntas.

Km.15.- playa punta estrella. Paramos aquí para conocer uno de los tantos paraderos (trailer park) que hay en la ruta al sur de San Felipe. El Faro RV Park. Tiene muchos lugares para estacionarse con conexiones para vehículos RV. Algunos con piso de concreto. Tiene baños, regaderas con agua caliente y hasta alberca. El costo, $ 23 dlls. por noche. Así como este, hay mas de una veintena en estas playas, pero en su mayoría, pertenecen a gringos. Algunos de ellos hasta ya venden lotes y casas a sus mismos paisanos. Nos están invadiendo. La maldición de Malinche se nos esta viniendo a estas costas. Para acampar en estos rumbos, tienes que hacerlo en alguno de estos campos, y en cualquiera tendrás que pagar de 10 a 20 dlls por noche. Ya no hay lugares accesibles a las playas que no sean de paga, y los que no lo son, están en pésimas condiciones y los vehículos no pueden llegar a ellas.
Estamos ahora estacionados en San Felipe, debido a que por ser hoy día del maestro, las escuelas no laboran, así que estaremos todo el día en este lugar disfrutando solamente del mar.
Hoy el sol se ocultó a espaldas del cometa tras la majestuosa Sierra de San Felipe. Nos dimos un regaderazo antes de irnos a la cama. Es realmente un lujo el poder bañarnos a nuestras anchas diariamente y a cualquier hora. Cometa nos consciente en casa.
Hora: 8:45 p.m. La oscuridad es casi total, sólo el reflejo de la ciudad a lo lejos. Abrimos todas las ventanas y corrimos las cortinas. En la cama y sobre nuestras cabezas contemplamos el cielo tachonado de estrellas. Vemos la luna en su tercer día de creciente, es apenas un cuernito de luz. Se ocultará muy pronto. Arriba de ella Júpiter, y abajo, Venus. Cerca de Venus, Marte y Saturno. Hace apenas 20 minutos que Mercurio se ocultó. Seguimos disfrutando de este fenómeno de alineación de cinco planetas en una misma noche, cosa muy rara de ocurrir. Lo mejor de todo, es que hemos tenido la dicha de poder estar observándolo noche a noche durante todo este mes. Los vemos desde la comodidad de nuestra recámara, cual si fuera un collar de brillantes engarzados, con un dije de luna, sobre un manto de terciopelo negro en el escaparate de la noche. Es el obsequio de Dios para nosotros. Para que no perdamos NUNCA nuestra capacidad de asombro y admiración de la simplicidad de las cosas de la vida.

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