miércoles

Día 24: Miércoles 29 de mayo 2002 Rancho Santa Inés (Cataviñá) ---- Bahía de los Ángeles

Hora: 5:58 AM. Temperatura: 59ºF. Humedad: 51 Presión Barométrica: 28.6

Partimos de este paradero a las 6:15 AM. En estos tramos del desierto, procuramos emprender la marcha muy temprano, porque el calor del Verano durante el día es muy alto, y tanto El Cometa como nosotros no queremos padecerlo en el trayecto hacia nuestra próxima meta.

Km 187. - Rancho San Ignacio. En este lugar en el año de 1973, la carretera transpeninsular fue completada en su pavimentación. Existe una placa conmemorativa aquí. Pequeño restaurante..

Km 191. - Rancho Jaraguay hacia el lado izquierdo.

Km. 223.- Del lado izquierdo (hacia el este) la Laguna de Chapala a lo lejos. Generalmente es un lecho seco, pero en época de fuertes lluvias en esta región o el azote de algún ciclón, entonces, se inunda y luce como una laguna. Esta es la laguna que Doña Carmen describe en su relato, lugar donde se atascaban y sufrían para cruzarla antes de la construcción de la carretera No 1. Antiguamente fue un rancho. Actualmente el terreno está cubierto de polvo que en algunos lugares alcanza alturas que cubren por completo las llantas de los vehículos.

Km 229. - tercería al este con rumbo a la Bahía de San Luis Gonzaga, distante a 60 Km por un camino pésimo, sólo recomendable para vehículos altos y con doble tracción. Esta ruta bordea los límites al norte de la Laguna de Chapala, pasando adelante como a 1 Km por el Rancho Nuevo Chapala. Propiedad de Don Arturo Grosso a quién apodaban “El Cura del Desierto” por la simple razón de que a toda aquella persona que llegaba a su rancho, le ponía un apodo. Empezó la construcción de caminos para mejorar la brecha transpeninsular que se inició durante el gobierno del Coronel Esteban Cantú en 1914. Este camino era paso obligado por quienes transitaban la ruta Ensenada La Paz. Tal pareciera que toda la tierra suelta convertida en fino polvo se encontrara en esta zona, pues era difícil transitar sin que penetrara por todos lados y de paso hacía difícil la respiración, por lo que continuamente había que detenerse para que el polvo saliera del vehículo. Arturo vendía gasolina, así como comida a los viajeros, sus anécdotas eran de antología y sus cuentos aunque poco creíbles, también causaban risa, aunque eso a veces causaba el enojo de Arturo y decidía no venderles gasolina. Arturo Grosso era un explorador incansable y de ahí su interés por hacer un camino hacia el Golfo de California y con fin en el puerto de San Felipe, pues Chapala se encuentra precisamente en el centro de la península. Junto con Don Rafael Orozco, iniciaron en Calamajué un camino por todo el cañón: Las Arrastras, San Luis Gonzaga, Los Huerfanitos, La Sierra de las Leonas, Puertecitos y San Felipe.

Este camino poco a poco fue mejorando. Aquel trabajo iniciado con pico y pala, por hombres visionarios y tesoneros, empezó a ser transitado y con el tiempo terminado en una carretera, ya que el gobernador Xicotencatl Leyva Mortera, dio inicio a un proyecto conocido como “Escalera Náutica del Golfo” La carretera se pavimentó de San Felipe a Puertecitos y quedó pendiente la pavimentación de la tercería de Puertecitos a San Luis Gonzaga y Laguna de Chapala, tramo actual de tercería que estamos describiendo.

Km 258. - El Crucero. Entronque del camino de tercería que lleva a la Bahía Calamajué, distante a 60 Km en el Mar de Cortes. Ruta también en muy malas condiciones. Sólo para vehículos altos 4x4. En esta ruta y siguiendo el arroyo Calamajué, se encuentra el sitio donde están las ruinas de la Misión de Calamajué, fundada el 16 de Octubre de 1766 por los padres Jesuitas: Victoriano Arnés y Juan José Díaz, quienes descubrieron al año, que las aguas del arroyo contenían tal cantidad de minerales de sulfato ferroso, que era imposible cultivar en esa región, por lo que después de varios meses, decidieron abandonar el lugar. Actualmente quedan sólo ruinas de la antigua misión, que consistían de: una pequeña capilla de piedra, un almacén y una residencia construidas al margen del arroyo Calamajué.

Km 280. - Parador punta Prieta. Aquí venden gasolina por tanques de 20 litro pero mucho más cara que la que se compra en las gasolineras. La vende una persona que se estaciona con una pick up justamente en el entronque. No existe gasolinera de Pemex. Sólo las ruinas de lo que fue alguna vez una. Pequeño poblado en crecimiento. A la izquierda inicia la carretera con dirección la Bahía de Los Ángeles distante a 66 Km. La primera 3a parte de esta carretera está en buen estado, la 2a en regular estado, sin embargo la última parte, está en pésimas condiciones, mas baches y hoyos que carretera.

Bahía de Los Ángeles.

Arribamos a este puerto a las 9:30 AM. Visitamos la Escuela Telesecundaria No. 1 con clave 02ETV00015 de la zona XVI de San Quintín B.C. para presentarnos e informarles que el día de mañana jueves, se lo teníamos dedicados para trabajar con los alumnos. Ultimamos detalles y nos retiramos. Recorrimos el poblado de arriba a abajo para conocerlo en toda su extensión. Visitamos el museo ubicado en un cuadrángulo que ocupa una inmensa manzana dentro del cual están ubicados además el parque municipal con su clásico kiosco, la estación de policía y un pequeño puesto de la cruz roja. El museo alberga en su interior una gran variedad de objetos caseros, fotos antiguas, restos de fósiles terrestres y marinos de la región, rocas extraídas de las minas de los alrededores, libros y folletos de la Baja, artesanías, etc. Un lugar interesante de visitar para conocer un poco más sobre la historia de esta región. En el jardín, existe una antigua y pequeña máquina de vapor con un vagón, utilizada en una mina cercana durante la época del auge minero en este lugar, mudo testigo de un pasado. El jardín rodeado de casuarinas cenizas de polvo.

Terminamos nuestro recorrido de este día junto a una pequeña rampa, donde los pescadores de este lugar, botan sus pangas al mar. Me estacioné justo al lado de la rampa y muy cerca del agua. Nos metimos a remojarnos un rato en las tibias y cristalinas aguas del mar. Al regreso de una de las pangas de los pescadores, aproveché y compré algo de pescado para prepararlos para la hora de la comida. Me dieron 10 cabrillas por $20.00, pesaban como 3 Kg (me cuesta más irlas a pescar allá en La Paz. Procedí allí mismo a la orilla, a sacarles las tripas y las escamas para dejarlas listas para cocinarlas. Aún brincaban al estarlas destripando. Más tarde las preparó Mari al mojo de ajo y las demás las guardó en el congelador para otro día. Poco más al rato nos movimos a otro sitio donde pudiéramos pasar la noche, encontré un lugar justo a la orilla de la última ola, a escasos metros, donde vienen a terminar de arrullarse después de viajar por este bello Golfo de California. Decidimos pernoctar allí.

Son ya las 7:00 PM. Estoy sentado afuera del Cometa. Acomodé mi silla playera, de lona color verde, amplia, con descansa brazos, cómoda, reclinada, con un respaldo de lona también que se amolda al cuerpo. Sus patas se hundieron en la fina arena, la acomodé de modo que las patas de atrás quedaran más sumidas que las de adelante y con ello conseguí una posición más confortable. La brisa sopla ya de allende el mar, fresca, agradable, tibia, con olor a sal, a lejanía, a recuerdos de infancia, de tardes de campamento con papá y mamá, con los hermanos retozando, libres, al contacto directo con el medio de aquel llamado Mar Muerto de Juchitán, entretenidos en la tarea de recoger caracolitos para confeccionar collares, con moluscos de formas mil. El sol se oculta ya a mis espaldas tras las montañas que encierran celosamente a esta Bahía de Los Ángeles. A mi derecha, distingo las montañas de la Sierra Las Ánimas que se van tiñendo con una franja de naranja intenso, que se tiende como alfombra sobre el azul del mar y sus costados ribeteados de un azul plateado y verde mar, hasta llegar a mí, justo donde mueren las olas. Pareciera invitarme a recorrer ese trecho y llegar a sus doradas cúspides, allí, frente a mis asombrados ojos. En tanto que sus costados, se diluyen en borbollones que se desparraman hacia abajo, como herido por una daga fulgurante del sol en matices que van del rojo oscuro, hasta el morado índigo recorriendo todos los perfiles de sus cimas. Una punta, diminuta, señalando el infinito mar, se desprende de todas las otras marcando el extremo izquierdo de la sierra. Es la Punta Don Juan, que con su brazo extendido parece querer alcanzar a los dos pequeños montículos que a escasos metros uno del otro forman las Islas Los Gemelitos. Junto a estos hermanos se yergue altivo, potente, impávido, el cuello descomunal de la Isla Cabeza de Caballo.

Las últimas pangas de los pescadores, arriban presurosas, tratando de ganarle a la marea, que se aleja, llevándose consigo los límites de la playa, que cada instante delimita más y más lejana sus aguas y la arena, perseguidos por esa negra oscuridad que los viene alcanzando, tratando de engullirlos, para perderlos en sus entrañas de mortaja.

Las esposas de algunos, hace rato que esperan. Reposan sobre la tibia arena, platican, las veo mover los labios y hacer aspavientos, probablemente se cuentan sus pesares, vicisitudes de la vida, mientras atisban el horizonte esperando distinguir alguna seña conocida de la embarcación de sus seres queridos a quienes la noche está por alcanzar. Mientras tanto se refrescan con esta brisa que ha venido a mitigar el terrible calor que nos flageló durante este largo día de verano de desierto.

Llega una panga llena de hombres mujeres y niños. Les pregunto; ___ ¿ de donde vienen? ___

___¡ De Las Islas ¡___ me responden los chiquillos, con los rostros quemados de sol y una sonrisa de felicidad. Me doy cuenta que han de haber disfrutado de un día en las quietas playas de las islas de los alrededores.

Ya todo el mar se ha tornado morado azuloso; cae la noche, aumenta la humedad y el frescor. He subido al Cometa a cambiarme la indumentaria, sustituyendo el short y la playera, por pantalones, chamarra y botas; la vida en el desierto suele cambiar bruscamente durante el día y la noche.

La inmensa mole de tierra y montanas, la reina de todas las islas de esta bahía y de todo el Mar de Cortés desde la desembocadura del Río Colorado en el norte hasta la entrada en el finisterra al sur en Cabo San Lucas: La Isla Ángel de la Guarda me ha dicho adiós, despidiéndose de mí por el día de hoy, para reencontrarnos mañana con la alborada, cuando tras de si, asome el astro rey.

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Islas en la Bahía de los Ángeles

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Museo en Bahía de los Ángeles

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Interior Museo en Bahía de los Ángeles

Cronología Histórica de Bahía de los Ángeles.

1539. - La Bahía fue descubierta por Francisco de Ulloa, llamándola “Puerto de Lobos” tomando posesión de dicho lugar en su viaje de regreso a España, debido a que vio gran cantidad de lobos marinos.

1746. - El padre jesuita Fernando Consag, la bautizó como “Bahía de los Ángeles” el 2 de agosto. Un poco más de dos siglos después Ulloa. Como era costumbre de los misioneros de aquellas épocas, bautizar los puntos que tocaban de acuerdo con el santoral del día que arribaran.

1762. - A raíz de la fundación de la misión de San Francisco de Borja, en el Valle Adac (1762-1818) a 36 Km al sureste, la Bahía se transforma en el puerto más importante de aquella época en esa latitud.

1770. - Casi todos los nativos del área, son concentrados en la Misión de San Francisco de Borja de Adac. Aproximadamente 3,000 indígenas, pero las epidemias redujeron su número hasta 400 a finales de ese siglo. En 1810, al iniciarse la lucha de independencia, sólo quedan 135 cochimies, por lo cual la misión fue abandonada por los Dominicos en 1818.

1890. - El puerto de Bahía de los Ángeles fue el punto de salida del producto de las minas. A dos Kilómetros aproximadamente del poblado, se encuentran vestigios de la Mina Santa Martha. Todavía en el Cerro de los Angelitos, existen rastros de la vía en la cual transitaba un tren de vapor rumbo al embarcadero. La empresa norteamericana que operaba esos minerales, se retiró en 1910, cuando se inició l Revolución Mexicana. Como mudo testigo de la grandeza de ese tiempo, queda la máquina de vapor que logró rescatar el municipio, así como un vagón para transportar el material, donado por la familia Dagett, los cuales fueron colocados en el parque de este lugar. Estas piezas tienen un gran valor dentro de la historia de la minería en la península y en México.

La Bahía cubre un área aproximada de 40 Kilómetros2 de forma semicircular y está protegida por 15 islas e islotes. Al oeste del Canal de Ballenas, frente a la bahía se extiende la Isla Ángel de la Guarda, con una longitud de 68 Km

Las playas en su mayoría son arenosas, interrumpidas por una o dos secciones acantiladas o de playas rocosas. Aguas poco profundas se extienden al sur formando marismas y un estero. Las islas que se encuentran dentro de la bahía son:

Coronadito, Calavera, Pata, Llave, Piojo

Coronado, Jorobada, Bota, Cerrojo, Cabeza de Caballo

Mitlan, Flecha, Aremar, Ventana, Gemelos.

Isla Rasa.- Se encuentra a 60 Km al sureste del poblado de Bahía de los Ángeles. Tiene una longitud de 1,200 mts. por 840 de ancho, con una superficie de 3.6 km2. Este lugar es el principal sitio de anidación de La gaviota parda (Larus Heermanni) y del Gallito de mar elegante (Sternaelegans) con 300,000 y 42,000 individuos respectivamente. Estas poblaciones que constituyen el 95% del total mundial de ambas especies, se reproducen entre abril y junio de cada año. Durante el Otoño, emigran a Canadá, Chile y Perú. En 1964, el gobierno declaró este lugar como zona de reserva y refugio natural de las aves.

Los Pioneros.- La región de la Bahía de los Ángeles, permaneció olvidada y perdida entre el desierto, el mar y las montañas, ocultando celosamente la belleza de su paisaje. La época minera volvió a dar vida a esta alejada zona, que poco a poco, se fue desarrollando por el arrojo de pioneros y soñadores que enamorados de la soledad, lucharon incansablemente por despertar a Bahía de los Ángeles de su letargo y buscar que los gobiernos se acordaran que en ese lugar, vivía un grupo de familias de mexicanos que sembraron en el desierto para hacerlo florecer.

En la actualidad, el panorama ha cambiado este lugar pintoresco, que ofrece todo para el vacacionista más exigente; tiene hoteles, restaurantes, lanchas para pesca deportiva, excursiones a las minas, a las pinturas rupestres, la flora y fauna del desierto, o visitas a la misión de San Borja. Existen ranchos ganaderos y muchos proyectos de desarrollos, como marinas y complejos turísticos.

Misión de San Francisco de Borja Adac. (1762-1818)

El sitio de la misión de San Francisco de Borja, se encuentra localizado a 102 Km al noroeste de la misión de Santa Gertrudis, cerca del ojo de agua de Adac. Fue descubierta por el Padre George Rets en 1758, y el 27 de agosto de 1759, el mismo Padre comenzó la construcción de canales de riego de piedra y una capilla de adobe. Dotada por Doña María de Borja, Duquesa de Béjar y Gandía, la Misión fue fundada el 1 de septiembre por el Padre Wenceslaus Link. El cultivo de trigo, maíz, cebada, garbanzo y uvas fue introducido, obteniéndose provisiones adicionales por mar, vía la Bahía de los Ángeles, a 35 Km al noroeste. Se construyeron de adobe, numerosos edificios y un hospital, así como una iglesia que fue erigida en 1769. En 1801, una iglesia mayor fue construida en cantera rosa.

Aunque abandonada permanentemente en 1818, debido a la falta de población, existen extensas ruinas de adobe de los edificios de la Misión y la Iglesia de Cantera está en buen estado de preservación. Hay dos estanques de piedra y algunos canales de riego construidos del mismo material, así como una pila de bautismo del siglo XVIII; existían dos campanas fechadas en 1759, pero éstas desaparecieron en 1962. Dichas campanas fueron buscadas y halladas en los USA y rescatadas. Fueron entregadas por el Sr. Francisco Zárate Vidal al gobierno del estado y éste a su vez, las depositó en el Museo de la Universidad de Baja California. Algunas gentes lugareñas de Bahía de loa Ángeles, han estado pidiendo en diferentes ocasiones que estas campanas regresen a la Misión o sean depositadas en Bahía de los Ángeles, mientras existen condiciones de seguridad para instalarlas nuevamente en el campanario de la Misión.

En esta región hay poblados muy antiguos, pinturas rupestres, cuevas, tinajas y es uno de los sitios ideales del borrego cimarrón, dueño y señor de las montañas de la Sierra de Calmallí.

Escalera Náutica del Mar de Cortés.

Este proyecto contribuirá en gran medida al desarrollo de la región y de la industria turística nacional, al darles un impulso definitivo, generando amplios márgenes de rentabilidad y sobre todo, al atraer cuantiosas inversiones. Es por este motivo que FONATUR propone combinar la riqueza del Mar de Cortés, las incontables especies que lo habitan, las más de 100 Islas Vírgenes y la belleza de su paisaje con el turismo náutico, una actividad poco desarrollada en la República Mexicana.

El proyecto buscará aprovechar la infraestructura existente para ofrecer servicios turísticos de calidad mundial, en tierra, mar y aire, así como facilitar la internación y brindar seguridad a embarcaciones turísticas que visiten la región. De esta manera se creará un sistema de 22 puertos turísticos, par lo cual se prevé, el aprovechamiento de la infraestructura existente de 5 puertos turísticos, que ya cuentan con todos los servicios; localizados en: Ensenada BC. ; Cabo San Lucas y La Paz, BCS. ; Guaymas y San Carlos, en Sonora y Mazatlán Sinaloa.

El acondicionamiento de instalaciones náuticas en 7 puertos de abrigo que ya existen en San Carlos y San Felipe en B.C.; Puerto Loreto, Mulegé y Santa Rosalía en B: C: S: , Puerto Peñasco Sonora y Topolobampo Sinaloa.

La construcción de 10 nuevos paradores turísticos en: Cabo Colonett, Puerto Canoa, San Luis Gonzaga, Santa Rosalillita y Bahía de los Ángeles en B.C.N.; Bahía de Tortugas, Punta Abreojos, y San Juanico en la B.C.S.; Bahía Kino en Sonora; y Altata en el estado de Sinaloa.

Esta red total de 22 puertos de abrigo, están distribuidos a una distancia menor de 120 millas náuticas, en donde se proporcionan los siguientes servicios básicos:

__Atraque

__Suministro de combustible

__Avituallamiento

__Radiocomunicación

__Marina seca

__Reparaciones menores

__Alojamiento y auxilio en casos de emergencia

__Un puente terrestre para el traslado de embarcaciones, del Pacífico, al Mar de Cortés

__Cuatro rutas de internación para embarcaciones remolcables

__Veinte aeropuertos y aeródromos de apoyo

__Un sistema de distribución de combustible a todos los puertos

Para este proyecto se tiene contemplada la inversión total de 1,278 millones de pesos (año 2001), de los cuales el 60% los aportará FONATUR. El porcentaje que corresponde al Gobierno del Estado de Baja California es del 12%. Se espera la participación de inversionistas de México y del extranjero, por la oportunidad de negocios que ofrece la escalera náutica.

Este proyecto ya inició su operación en el desierto central de B.C.; ha despertado mucho entusiasmo entre los residentes de pequeños poblados y villas pesqueras instalados tanto en el Pacífico como en el Mar de Cortés, pues se espera que con la llegada de grandes inversiones, tengan los servicios que han añorado por largos años. Puertecitos, San Luis Gonzaga, Bahía de los Ángeles y San Francisquito, verán por fin el despertar histórico de los sueños acariciados durante largos años; verán por fin el futuro promisorio hecho realidad, ya que escritores, investigadores y poetas, han descrito a estas costas como “El Balneario de México”.

En Santa Rosaliita se instalará un sistema para sacar las lanchas del agua y depositarlas sobre remolques especiales, para ser trasladadas a Bahía de los Ángeles y para ello, se está construyendo una carretera de 12 metros de ancho. Con este sistema denominado “Canal Seco” se evitará que las embarcaciones tengan que navegar hasta Cabo San Lucas y luego de regreso por el Mar de Cortés, significando un considerable ahorro en los gastos de traslado.

Quienes visiten esta región por el impulso que le de el proyecto de la “Escalera Náutica” o quienes quieran disfrutar del incomparable paisaje del desierto central, con sus dos mares, en el Pacífico y en el Mar de Cortés, podrán también visitar La Misión de San Francisco de Borja, las Minas de San Juan, La Luz de México y El Desengaño; Así como El museo que se encuentra en Bahía de los Ángeles.

Sin duda alguna, Bahía de los Ángeles, se convertirá en el principal polo de desarrollo turístico marino del Golfo de Cortés, por las condiciones geográficas naturales, por sus aguas cristalinas de color turquesa, rodeadas por montañas de color coral. Un lugar con playas de arenas blancas y sedosas, en un escenario que divide el mar y el desierto.

clip_image002[4] Artefactos mineros. Museo

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Muelle en Bahía de los Ángeles

clip_image006[4] Antigua locomotora de vapor. Jardín del poblado

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Acampando en Bahía de los Ángeles

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