domingo

Alborada

ALBORADA.

¿Soñaba con cánticos fúnebres, camino al más allá?..¡no!.. Me despertaba con el rosario y las alabanzas que los seminaristas del convento franciscano de la parroquia entonaban esta madrugada al caminar justo frente a nuestra ventana, iluminando con gruesos cirios su camino a la parroquia dedicada a la Virgen del Rosario, patrona de Acámbaro.

En la obscuridad aún reinante esta madrugada en nuestro cuarto, encendí la pequeña lámpara de mi cabecera, vi el reloj, eran las 5:15 Hs. La procesión estaba anunciada en el calendario de eventos del novenario. Partieron a las 5:00 Hs. de la capilla del barrio del Sagrado Corazón, distante a unas ocho cuadras de la casa de Mari. Peregrinan los habitantes del barrio correspondiente el día de hoy entonando cantos, alabanzas y respondiendo al rosario que los seminaristas en filas de dos, vestidos y encapuchados en sus hábitos color café obscuro y el bordón franciscano atado a la cintura, junto con el sacerdote entonan con sus voces roncas y ahuecadas, todos a coro, caminando en este amanecer húmedo, transitando sobre el arroyo empedrado, aún mojado de la lluvia nocturna que bañó al poblado. Caminan disipado la cortina fantasmagórica de neblina que cobija el poblado en espera de que el sol perforé sus paredes y las esfumine en pequeños manchones de vapor que se elevarán nuevamente a las alturas, para regresar nuevamente a dormir esta noche cobijadas al calor que encierra al poblado entre los cerros del toro y el chivo.

Desfilan por las calles aledañas a la parroquia principal, lugar al que arribarán a las 6:00 Hs. Momento en que las campanas de dicho lugar dan rienda suelta nuevamente a su repiquetear, y sus esquilas despiertan alegres haciendo contraste con los cohetes que juntos, producen una letanía de sonidos que el eco multiplica y despierta forzosamente a todo el poblado, ya que llegan sus repiques y estallidos, hasta las más lejanas chozas a las orillas del río Lerma, invitando al resto del poblado a asistir a la primera misa del día del novenario que inició el día de hoy; disfrutar al término de la misma, la música que ejecuta la banda de aliento venida de las ranchería de los alrededores, que en el atrio da rienda suelta a sus sones preparados especialmente para deleitar a los desmañanados feligreses que se arremolinarán junto a los puestos de tamales, con atole de cáscara, o champurrados; buñuelos recién fritos en el caso de cobre que hierve sobre las brasas del anafre oxidado, bañados de miel de panela, corundas de maza con ceniza, nadando en enchilosa salsa roja; menudo hirviendo en inmensas cazuelas de barro bajo el ardiente fuego de los anafres de barro cocido, larguitas, sopes y una gama variada de antojitos para despertar el apetito del más remilgoso comensal.

Nueve días nos esperan, con alboradas diarias y despertar entre bellos cánticos que me hacen recordar aquel kilométrico poema de: Miguel Ramos Carrión “El Seminarista de los ojos negros”.

http://desdelalma.net/seminarista.html



Aún permanezco tendido sobre mi lecho junto a Mari, que el día de hoy permananece conmigo mientras me narra estas bellas tradiciones pagano religiosas, que aún se conservar arraigadas profundamente en el alma de los acambarences.

Ta Biuzá Guibá

Acámbaro Guanajuato a 25 de junio de 2010.

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